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NUEVO LAREDO, Tamaulipas .— Durante seis horas, elementos del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Estatal y del Centro de Análisis, Inteligencia y Estudios de Tamaulipas (CAIET) manipularon evidencias, sembraron armas y pusieron vestimentas así como implementos tácticos a las 8 víctimas de la masacre en la colonia Valles de Anáhuac.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo con testimonios, videos y el cotejo de las fotografías filtradas por el Gobierno del Estado, estableció que se trató de una ejecución extrajudicial.
La camioneta Tundra obscura fue llevada por una grúa de Transito desde Madero cuadra 68 hasta Avenida 7 número 902 en Valles de Anáhuac, contaba con blindaje artesanal, tenía cerrojos para abatirlos hacia el interior de la caja, por eso en el trayecto –como se observa en los vídeos en poder del CDHNL- no se ve.
Una vez que la camioneta fue dejada en el lugar, los elementos de la Policía Estatal y CAIET armaron el blindaje, tomaron fotos y las enviaron a las páginas vinculadas al Gobierno de Tamaulipas.
En las gráficas se observa el blindaje artesanal y en la parte superior, una “torreta” o protección para un tirador parado. En otras fotografías, también filtradas por los elementos policíacos, está ya no aparece, es decir, la unidad fue manipulada en varias ocasiones.
Las víctimas, estaban acomodadas dentro de la casa y en el patio. Ninguna traía un arma entre sus manos, no había cartuchos percutidos a su alrededor y tampoco impactos de bala en las paredes a su alrededor.
Una de las víctimas, tenía puestas las botas tácticas al revés. Rodilleras –también tácticas- estaban mal puestas y de costado, no en las rodillas. A su costado derecho, junto a la mano, pero sin empuñarla, se aprecia un rifle AR-15, extrañamente no hay cartuchos percutidos a su alrededor.
El CDHNL documento también que las 8 víctimas, tenían puestos uniformes de talla mayor; además de quedar en posiciones anormales para un enfrentamiento y todos presentaban un balazo en la cabeza, el llamado tiro de gracias.
