Locatarios de tianguis manifiestan ante la candidata a diputada local del PRI al distrito I, su hartazgo ante los abusos que la administración municipal actual comete contra ellos, dificultándoles su actividad ya de por sí dañada por la crisis económica.
Nuevo Laredo, Tamaulipas (23 abril de 2016).- Rosa María Alvarado Monroy se comprometió con locatarios de tianguis o mercados de pulgas, como popularmente se les conoce, a terminar con los abusos que el actual Ayuntamiento comete en su contra, afectando su modo de ganarse la vida.
Locatarios que se establecen en mercados ubicados en terrenos del primer distrito electoral, que es el que Alvarado Monroy busca representar en el Congreso del Estado, dialogaron con ella y manifestaron sus inconformidades.
Entre los abusos cometidos por el Ayuntamiento está el aumento exagerado de la cuota de permiso para el establecimiento de sus locales y venta al público, con casos donde se llegan a cobrar más de 530 pesos.
Indicaron que en la ciudad hay aproximadamente 15 mil familias que se dedican a la venta de artículos usados y que tienen esta actividad como único ingreso o como ingreso complementario, por lo que las cuotas elevadas son asfixiantes para su economía.
La candidata a la diputación local se comprometió a proponer y trabajar por la aprobación de leyes que protejan esta forma de trabajo, que en la mayoría de los casos son la única opción de las familias para ganarse la vida.
“En nuestro partido (PRI) y en lo particular, estoy convencida de que esta actividad debe no sólo protegerse, sino apoyarse, por ser una solución para mucha gente que no tiene la oportunidad de realizar otras actividades para ganarse el sustento. Es autoempleo, es una actividad lícita, respetable y la respetaremos y haremos respetar”, recalcó la abanderada.
Con apoyo se refirió a crear mecanismos que permitan mejorar las condiciones de los mercados donde se venden los productos de los locatarios, capacitarlos para que manejen e inviertan de manera más eficiente sus artículos y sus ingresos.
“Urge apoyarlos primero para que realicen su actividad sin cobros abusivos y en lugares accesibles a los clientes potenciales. Pero queremos ir más allá y sentar las bases jurídicas que permitan no sólo facilitar lugares y bajar pagos, sino ofrecerles educación financiera, que eventualmente, como proyecto de crecimiento se inserten en el comercio formal”, adelantó Rosa María.
“Es como decir: bien, vamos a darles el pescado, pero también vamos enseñarles a pescar, a través de profesionales que los guíen hasta que logren aprovechar al máximo sus recursos”, finalizó.